Conservación del queso manchego
El queso manchego es un alimento en continua transformación. Dos factores fundamentales en la conservación del queso manchego son la temperatura y la humedad.
El queso manchego entero puede conservarse perfectamente durante varios meses en el frigorífico, entre 5ºC y 10ºC y 85-90% de humedad, siempre y cuando esté cubierto por papel parafinado o encerado, es recomendable darle la vuelta cada 8 o 10 días.
Una vez empezado el queso manchego, debe cubrirse con papel de aluminio o film transparente, introducirlo en recipientes herméticos o colocarlo en un plato cubierto con un paño húmedo. Aunque lo más aconsejable es mantenerlo en una quesera, siempre dentro del frigorífico.
Otra opción es la conservación en aceite, que se lleva a cabo introduciendo el queso manchego (partido por la mitad o en cuartos) en un recipiente de acero inoxidable, PVC o barro. Debe almacenarse en lugares frescos (máximo 20ºC) y puede conservarse durante varios meses sin ningún contratiempo.